Propuesta pedagógica

   Nuestra propuesta como Instituto de Formación Docente que integra una Unidad Académica se sostiene en el principio de la enseñanza, entendida como actividad práctica, concebida como una acción dilemática entre pensamiento y acción, en la que es preciso introducir la idea de la conciencia y la reflexión a través de las cuales los docentes someten a análisis crítico las propias prácticas, sus propias acciones, tanto como las teorías que las informan, las consecuencias de éstas para sus alumnos y los contextos sociales en lo que se desenvuelven. Esto supone concebir la enseñanza como una actividad eminentemente exploratoria e investigadora en la que el profesor sea un profesional provisto de los instrumentos teóricos, técnicos y prácticos que le permitan desempeñar dicha práctica.
   Dado que la tarea docente es una práctica en relación con valores, conlleva altos niveles de implicación personal e  incide de manera directa en la propuesta pedagógica: “La adopción por el docente de una perspectiva axiológica, ideológica (en el sentido de visiones del mundo) incide en las formas de vinculación con el conocimiento cuya interiorización se propone y por lo tanto también tiene su expresión en la construcción metodológica” (Edelstein, 1996).
    El valor otorgado a la reflexión sobre la práctica descansa en el supuesto de que el profesor actúa en clase utilizando un conocimiento que no es explícito. Esto es lo que algunos autores denominan conocimiento personal, que funciona como organizador de las acciones docentes.

   Éste tiene la responsabilidad ética y profesional de enseñar. Y es esta responsabilidad la que coloca a los sujetos de las aulas en posiciones diferenciadas que no pueden eludirse. No basta acompañar el “proceso natural” del aprender con orientar; el cambio cognitivo que supone el aprendizaje reclama intervenciones decididamente intencionales centradas en el trabajo en torno al conocimiento; poniendo a la vez en juego afectos, sensibilidad, valores, actitudes, intereses y estados de ánimo, entre otros factores.
  Todo esto queda facilitado desde una mirada que pretende articular nuestras intervenciones desde el Nivel Inicial, pasando por la EPB, la ESB, y el Nivel Polimodal, que se constituyen así, en  nuestra propia institución, en las Escuelas Destino. Aunque es nuestro propósito que los alumnos del Instituto de Formación Docente se nutran también con las experiencias de extra-muros, concurriendo a hacer parte de sus prácticas en las escuelas de las distintas zonas del Distrito.
    Al respecto, tenemos antecedentes de trabajos realizados en las Escuelas N° 3, N° 7, N° 11 y N° 40 (EPB); en el Colegio Tomás Guido (Polimodal) y  una ESB  privada (Colegio Lasalle), Centro Experimental Bachillerato de Adultos en Salud (CEBAS 2) N° 152 de San Martín.

  Esto nos puso en el camino de lograr futuros docentes actualizados epistemológica y pedagógicamente; lo cual implica:

  • Compromiso ético y social, pues su tarea estará destinada a los futuros responsables de la educación de educandos que, pretendemos, se inserten participativa, crítica y reflexivamente en un mundo signado por los cambios y las incertidumbres.
  • Preparación facilitadora de la integración de saberes necesarios para desarrollar las competencias requeridas para el rol futuro.
  • Comprensión permanente de la realidad educativa donde la práctica debe ser fuente de tematización teórica que complementa y/o modifica los marcos teóricos previos. De allí, que la práctica se constituye en eje vertebrador de la formación docente de grado; concebida como praxis en un proceso de interacción constante entre la reflexión y la acción.
  • Capacitación intra y extramuros.
  • Investigación que proporcione parámetros facilitadores de la construcción de una didáctica que contemple nuestra realidad institucional. 

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